Qué pasa con Gran Hermano, por qué no engancha y el rating no despega
Múltiples son los factores que hacen que la nueva edición del reality de Telefe se haya quedado "sin nafta" a poco de comenzar. Los desaciertos de producción y el malestar de Santiago del Moro que cada vez es más evidente.
La edición actual de Gran Hermano no está logrando enganchar a los espectadores por varias razones. Primero, el casting es débil y poco interesante, lo que dificulta la conexión emocional con los participantes.
Además, el formato parece estar agotado, especialmente después de una edición anterior muy exitosa gracias a la figura de un participante destacado como lo fue Furia. Los dramas de esta temporada no resultan atractivos, ya que reflejan una realidad cotidiana que puede generar desinterés en lugar de morbo, como el hambre en un contexto de pobreza.
Aunque Gran Hermano pueda ser el más visto por la falta de competencia en la televisión, parece carecer de contenido relevante y cautivador que mantenga a la audiencia enganchada.
El pasado 2 de enero se cumplió un mes de la edición de Gran Hermano 2024-2025 que propuso un montón de cambios, pero no alcanzó porque el casting es malo, la gente que han sumado no empatiza, no tiene personajes que trasciendan y sobre todo se agotó el formato: es la tercera edición con una final que fue reciente en la memoria de los televidentes y explosivo gracias a la trascendental figura de FURIA y este casting no tiene gente que sea interesante para ver.
Con toda la tecnología que tiene el programa los están haciendo morir de hambre, como un recurso para que la gente se enganche cuando el hambre en Argentina ya es una moneda corriente que no causa gracia: ya se fueron 5 participantes, hubo gala de expulsión doble y así todo, aunque el programa sea el más visto (porque no hay nada en la televisión en este momento) las caras de fastidio de Santiago del Moro (que hasta los participantes se dan cuenta) y de los panelistas que no pueden defender a ningún jugador deja en evidencia que si las segundas partes no fueron buenas, las terceras no deberían ni de existir.