Diversidad, inclusión y emoción en el amor que envuelve a Vendimia
Desde Cultura y por este Día de las y los Enamorados, destacan dos historias de amor de parejas vinculadas a la Fiesta de la Vendimia. Conocelas en esta nota.
En la víspera del Día de los Enamorados, dos parejas vinculadas a Fiesta Nacional de la Vendimia, relatan sus emociones con el romance como protagonista. Y desde Cultura de la provincia destacan sus historias de vida.
Así, como las costureras hilvanan el vestuario de Vendimia, en este festejo que es el alma de la celebración por la cosecha y el vino nuevo, se hilvanan también historias de amor. A lo largo de estos 87 años de Vendimia, el romance ha sido también protagonista, porque muchas familias de artistas, surgieron y continuaron el legado vendimial, por el romance que hilvana vínculos.
En la previa del Día de los Enamorados o Día del Amor, desde el ministerio decidieron contar las historias de Marta y Gonzalo, una pareja de bailarines con 20 años de unión. Y la pareja de Nicolás y Arián, que ellos literalmente dan pespuntes de amor, al confeccionar el vestuario de las reinas en los actos protocolares.
Marta y Gonzalo: Un amor que creció al ritmo de danza
Era el año 2003, cuando Marta Morel y Gonzalo Cano eran convocados por separado (ya que no se conocían hasta el momento), para bailar en la vendimia distrital de El Resguardo en Las Heras. "Al principio mucha química no hubo", dice Marta sonriendo. Sucede que ella bailaba el género contemporáneo y él folclórico, pero ensayo va y viene, el amor empezó a hilvanar su historia. Luego de un mes, ambos eran nuevamente llamados en este caso para ser parte del Acto Central de la Vendimia y ahí, los ensayos se intensificaron y también la atracción y el amor.
"Nuestra pareja evolucionó en base al respeto y el cariño de ambos. Fuimos creciendo en los distintos aspectos de la vida. Desde el inicio, nos planteamos nuestra pareja de vida y la pareja profesional. Se ve que hicimos las cosas bien porque aquí estamos 20 años después juntos y seguimos siendo parte de la Vendimia, como en este 2023", dice Gonzalo Cano.
Sobre aquellos primeros años de romance, Marta cuenta que Gonzalo era azafato en una empresa de colectivos, una actividad por la cual había dejado de bailar, pero cuando conoció a Marta, su mejor ruta de vida, fue ella y la danza. "Recuerdo que una de mis excusas durante la época de ensayos fue vivir muy lejos, por lo tanto, me dejaron quedarme a dormir", dice también con risas Gonzalo.
Además de su propio amor, ellos se confiesan enamorados de la Vendimia, "la amamos porque es un tiempo de compartir, donde disfrutamos plenamente de nuestra profesión y también de nuestra pareja", destaca Marta, quien está casada desde noviembre de 2009 con Gonzalo y juntos han concebido a sus hijos Exequiel (24), Constanza (16) y Julián (7). Otro de los grandes momentos de amor, ha sido compartir escenario danzando con sus hijos, sucedió en una Vendimia de Tupungato en 2012, allí pudieron bailar junto a su hijo mayor y con Constanza por entonces de 3 años. Momentos así, también los han vivido incluso estando de vacaciones, cuando espontáneamente toda la familia subió al escenario y la danza y el amor se enlazó ante un público encantado.
Última vendimia
Marta y Gonzalo son una pareja unida y apasionada, juntos se motivan y alientan para los logros individuales y en común. La danza los ha llevado por distintos rincones del mundo, pero sin dudas Mendoza es su nido, su raíz.
Coreógrafa de vendimias, profesora de cientos de bailarines, Marta ha decidido que esta edición 2023, será su última vendimia. "El cuerpo se cansa y los años pesan, siento que es momento de dar un paso al costado, tal vez después de los 50, regrese en el grupo de los adultos. Pero hay un trecho de edad donde ya cuesta adaptarse a los jóvenes y digamos es una decisión para retirarme con dignidad", dice esta mujer que respira danza por sus poros. Una mujer llena de proyectos, de ideas y una profesional creativa, mismas cualidades que su marido Gonzalo.
La historia de amor entre Marta y Gonzalo, se hilvanó con mucha ternura y sus hilos son fuertes, seguros, como es el hogar que conformaron. Una historia encantadora y mágica, como son sus figuras danzando.
Nico y Arián: El amor siempre de moda
"Tu trabajo es maravilloso, es hora de mostrarlo", le dijo Arián a Nicolás, quien hacía distintos bocetos de prendas y confeccionaba, pero solo para su círculo íntimo. Y la Vendimia fue esa gran puerta que lo inició a Nicolás Ortega, formalmente en el circuito de la moda. Y ahora con su pareja, quien fue el primero en confiar en él, están en las noticias de todos los medios locales, porque junto a Aisha Sepúlveda (prima de Nicolás), serán el equipo que tendrá a su cargo el vestuario de las reinas, en los distintos actos protocolares previos al acto central. Y en el Acto Central, la encargada será Dalila Tahan.
El romance entre Nico Ortega Lara y Arián Argüello, tuvo como celestino a una ex pareja de Nicolás. Fue él quien le dijo que había una muy buena persona que tenía que conocer. Así, empezó el intercambio de mensajes, encuentros y el principio de esta sólida pareja que son hoy. "Arián trabajaba en una reconocida peluquería local e inevitablemente, nuestras charlas confluían entre otras cosas, en temas de estilismo y moda. Arián es además fotógrafo, tiene una mirada muy estética y fuimos descubriendo lo bien que nos complementábamos", cuenta Nico.
En "NicoLara Desing" las tareas están determinadas, Nico hace moldería, cortes; Aisha cose; Arián es experto en pedrería. Por ejemplo, ambos han confeccionado las bandas de reina nacional, piezas con piedras pegadas con precisión artesanal. Mismo trabajo que trasladan a vestidos en su local.
Nico y Arián llevan 10 años juntos, de los cuales, hace 9 trabajan en Vendimia, porque la Vendimia es como una musa inspiradora y cómplice de este gran amor. "De chico he sido fanático de la Vendimia, jugaba a las reinas con mis compañeras en la escuela y ahí, les hacía las bandas con papel crepe y brillantina", dice sonriendo Nico. "Nunca creí en un futuro trabajaría desde adentro y que esas bandas de papel crepe, pasarían a ser telas de gran calidad y la brillantina, piedrería. Era un anhelo y ahí aparece Arián, sin él no lo hubiera logrado, porque me hizo creer en mí, el amor como en una moldería encontró la forma correcta de vestir nuestros sueños y juntos", dice Nico.
"Nicolás es una persona extremadamente inteligente y talentoso, es además un ser humano lleno de sabiduría", dice con mucho amor Arian. "Bueno a ese elogio responderé diciendo que él es un ser sociable y empático, que me dio herramientas para esa confianza y que se las da a las personas que conoce", agrega Nico.
Nicolás y Arián han formado un equipo inseparable en su vida personal y profesional. Mendoza, la provincia conocida por sus vinos y su vibrante Vendimia, es el hogar de Nicolás Ortega Lara y Arián Arguello, una pareja de diseñadores y estilistas que han logrado combinar su amor por el arte y la moda, para crear una vida y carrera exitosa juntos.