Felipe Avello y la hazaña de conquistar Mendoza
El comediante se presentó en el Espacio Cultural Julio Le Parc, con localidades agotadas.
Qué placer es para aquellos que nos dedicamos a cubrir espectáculos llegar al Le Parc y encontrarnos con una sala repleta para ver un artista.
Que placer, también, fue conocer el trabajo del comediante Felipe Avello.
El mencionado, de ahora en adelante simplemente Felipe, presentó su show de comedia con localidades agotadas en el Espacio Cultural Julio Le Parc el domingo, a las 20.30.
Nada... en realidad poca información tenía sobre Felipe cuando tomé asiento en la butaca. Quería descubrir de qué se trataba la propuesta del comediante que había tenido un exitoso 2023 en su país, y el pasado viernes en la provincia cercana de San Juan.
Los que estaban en el Le Parc si sabían lo que iban a ver, lo conocían. Algunos chilenos afincados en Mendoza en busca de un humor propio que -por un momento- los identificara y luego los mendocinos, que tal vez, debido a la separación solo por la cordillera guardaban celosamente los videos del humorista en YouTube.
De profesión periodista y con experiencia en medios, este chileno de casi 50 años conquistó a un público que prometió crecer en número para cuando regrese. Durante más de dos horas, Felipe se paró frente a mendocinos ansiosos de entretenimiento. Nada fácil ni para un comediante de Chile donde el humor se respeta (porque están muy entrenados) ni para nosotros (los mendocinos) con esa relación de idas y vueltas que conlleva horas de espera en nuestra historial de reservas.
Pero lo cierto es que Felipe Avello ofreció una comedia brillante, superadora para aquellos que quizás se conformarían en tiempos de stand-up con alguien que tuviera respuestas rápidas ante los requerimientos del público. Y absolutamente elegante en su guion, sin acercarse al humor tan utilizado y gastado de recordar, imitar y burlarse de uno mismo, que casualmente son perdedores de la vida que entretienen con sus experiencias desafortunadas.
No, Felipe crea y construye un espectáculo pensado para jugar, imaginar y reírnos con la profesionalidad que a veces pasa desapercibida. Avello sabe a dónde ir y lo hace con determinación, utilizando artilugios permitidos para abordar -entre líneas- prejuicios y sentimientos tan humanos como ordinarios.
Bien por Felipe, el chileno que se atrevió y conquistó a Mendoza.
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