Simpleza, nostalgia, humor y talento, la combinación perfecta de Ismael Serrano

Es complejo resumir en palabras la música. Y más cuando proviene de un artista tan magnífico, completo en todo sentido, como Ismael Serrano. Y más complejo aún cuando todavía le queda un show en Mendoza y jamás pecaríamos de spoilers. Pero sí hay mucho que decir, mucho quedó en cada corazón de los presentes en la primera noche del cantautor español en el Teatro Plaza. 

Y nosotros, desde Espectáculos Mendoza, por supuesto que no somos ajenas a eso. Su simpleza, ese dejo de tristeza en su voz, la nostalgia de sus canciones bajo el gran talento del músico con su guitarra, hicieron de este primer concierto una noche más que perfecta. 

En más de dos horas y media, Serrano dejó con "Seremos" un increíble resumen de sus 25 años de carrera. Fiel a su estilo, en el que gusta colar el humor a través de sus dotes teatrales para que sus tristes canciones igualmente le saquen una sonrisa al público, el artista brilló sobre el escenario del espacio godoicruceño. 

"Cuánto hemos llorado, qué bien la hemos pasado", resumió él mismo. Vestido con jeans, una remera de Star Wars y un saco azul con detalles rojos, el cantante subió al escenario con su guitarra y dos músicos a cargo del piano y del violonchelo. Luces, sombras y algunas imágenes con colores, acompañaron también la parte estética que dio un contexto ideal para sentir su música. 

En esta oportunidad, Serrano entabló un "diálogo" con una voz en off que le sirvió como hilo conductor de su espectáculo. Hablando con "Sandra", la periodista y (al parecer también) supuesta exnovia, charló con él para hacer un "balance de sus 25 años de carrera musical".

Nada cambió, sólo fue mejorando, sólo somos esa nostalgia de lo que esas viejas canciones nos hacen sentir. Queda una noche. Para, simplemente, sentarse en el Teatro Plaza, dejarse llevar por la música de Ismael Serrano y disfrutar sabiendo que "no estamos solos en este maldito universo" y que seguramente será un "ser humano el que ponga fin al dolor" de ese mundo al que el artista sigue soñando con -algún día- ver mejor.

Y él nos agradeció de corazón