El Pelado Cordera en Mendoza: el poeta sucio e insurrecto
"De la cabeza al corazón tour" pasó por el Arena Maipú con canciones nuevas y los clásicos de Bersuit que todos quieren escuchar.
Un público reducido, posiblemente los de la primera hora, allá por finales del 87' cuando se formó Bersuit Vergarabat, se acopló frente al escenario del Arena Maipú, en la noche del viernes 6 de septiembre. Gustavo, el pelado Cordera, traía nuevas canciones en plan solista.
El nuevo disco se llama "De la cabeza al corazón", en alusión a aquel histórico show en Obras que quedó registrado en vivo y que contiene las versiones definitivas de los temas de Bersuit que se alojan en el imaginario colectivo. Las canciones que nos sabemos todos. Ahora, 22 años después, Cordera presenta sus últimas canciones y le agrega el apéndice del "corazón" al título de su obra, englobando una idea conceptual que recoge lo mejor y lo peor de sus últimos años.
Antes de hablar del show es menester entender ciertos aspectos para comprender mejor. El cantante recibió la condena social por decir aquella terrorífica frase en una charla con estudiantes de periodismo en TEA: "Algunas mujeres necesitan ser violadas para tener sexo". La condena popular también tuvo el aditamento de una causa penal por incitación a la violencia colectiva, de la cual en plena pandemia fue sobreseído.
A partir de estos hechos, Cordera hizo difusas exclamaciones de arrepentimiento. Sin embargo, fue evidente la canalización de las emociones que transitó a través de este suceso, con letras dolorosas pero también en una búsqueda obstinada por la cura del alma, la búsqueda del perdón y la utopía de la paz interior.
Ya con este contexto claro, podemos hablar de la presentación del músico y su "caravana" familiar en Mendoza. Su esposa Stella, pilar y sostén en su vida, y su hija Yanela, apostadas a la izquierda del escenario en los coros. El resto, una banda sólida, con un teclado que ocupaba toda la atmósfera sonora disparando texturas, un binomio batería bajo con el tempo ajustadísimo y dos jóvenes guitarristas que pasaban de los riff pentatónicos de la cumbia, al bolero y al rock con retazos metaleros ("La Bolsa", por ejemplo) con una fluidez elegante.
La selección de temas recorrió varias décadas. Clásicos de Bersuit como "El gordo motoneta", "Sudestada", "La Soledad", "Sencillamente", fueron de la partida y se guardó para el final el caviar poguero de "La Bolsa" y "El estallido". En el medio hubo perlas preciosas de su andar solista, como "Hablándote" y "Mi soberano".
El cierre fue puntual, no hubo bises pero a juzgar por el despliegue, la entrada, los bailes con Stella, la canción compartida con Yanela y el disfrute de los músicos, la cita era redonda. "Bersuit y Caravana", un solo corazón dijo al irse el cantautor que subió, bajó y ahora transita la serenidad de hacer canciones para conmover, y nada más.