The Sandman: Un Morfeo con poca personalidad y algunos personajes atractivos
Se puede ser amante del comic y también de las series. Lo que hace que se consuman ambas ofertas. El punto es disfrutarlo sin esperar que se transforme en lo que habíamos soñado.
Sin duda hay dos formas de ver "The Sandman"; una siendo seguidor del comic de Neil Gaiman y otra sin saber absolutamente nada tentados por algo de pura y absoluta ficción. Después puede aparecer la controversia o el gusto personal que va a acarrear nuevas críticas a quien lo vaya expresando por ahí.
Como siempre mi intención no es decirles qué ver y qué no, menos aún adelantar algo y quitarles la sorpresa o la posibilidad de disfrutar o rechazar por ustedes mismos algo. En este espacio pueden convivir el pochoclo con los guiones más nominados a todo.
Y así se llega a "The Sandman", donde lo primero que vemos es un chico de estilo gótico, que durante varios minutos e incluso capítulo tras capítulo nos deja pensando a quién se parece o a quién nos recuerda. Se trata del actor británico Tom Sturridge, que se ve bastante parecido al personaje del comic, hasta que puede venir alguien como yo y empezar a decir que se parece al vocalista de The Cure, a Robert Pattinson en Crepúsculo o hasta a Antonio Birabent.
Eso ya me desconcentró un poco del eje que sin duda buscaba su director, pero insisto es meramente un problema mío.
Él es "Sueño" o "el Dios del Sueño" o simplemente "Morfeo", que desde algún lugar del Universo le permite a los humanos mantaner esas imágenes que aparecen al dormir, sean buenas o malas. Es parte de los Eternos, sus hermanos, que también tienen un rol para la humanidad.
Y dejando de la lado todas las críticas que se me cruzaron sobre el vestuario, el andar y el decir de este Morfeo, admito que por momentos las imágenes logradas con tecnología o la aparición de personajes, que aunque con poca pantalla, suenan atractivos para una segunda temporada, le daba ver próximo episodio.
Es que, tal como dice la sinopsis oficial, "Sueño provoca impacto en el mundo, mientras trata de corregir los errores cósmicos y humanos que cometió durante su existencia. El resultado es una rica combinación de mito moderno y fantasía oscura en la que la ficción contemporánea, el drama histórico y la leyenda se entrelazan a la perfección".
Desde ese resumen en adelante podemos sentir que por momentos estamos frente a actuaciones que podrían haber sido mejores o pensando si seguimos un capítulo más o no, o tratando de entender si es para adolescentes, para adultos o para pasar el rato.
El tema es que la serie se metió rápidamente, con su personaje oscuro, de piel casi transparente, cual vampiro, entre las diez producciones más vistas en una semana. Como les decía con personajes que como suele pasar dejan con ganas de más y otros que se diluyen de la misma forma que la arena que usa Sandman para introducir a los humanos en el sueño.
No esperen encontrar un principio y un final. Son historias. En diez capítulos, que avanzan hacia una segunda temporada. ¿La veré? Quizá por el gusto de ver a Morfeo enfrentarse al mal, que llegó con una mujer Diablo, o uno de sus hermanos que es tan malo como carismático.