A los 72 años murió Lía Crucet, la reina indiscutida de la cumbia argentina

La cantante de música tropical estaba internada en un hospital de Mar del Plata. La publicación de la hija.

Juan Stagnoli

La cantante argentina Lía Crucet, ícono de la música tropical y la cumbia, murió este jueves a los 72 años tras una larga batalla contra el cáncer bronco pulmonar. La noticia fue confirmada por su hija Karina a través de una emotiva publicación en Instagram.

Crucet, cuyo nombre real era Delia, nació en Gerli, Buenos Aires, en 1952. Su carrera artística comenzó en el teatro de revista, incursionando también en el cine picaresco de los años ochenta y participando en programas de Moria Casán. Sin embargo, fue a fines de la década del ochenta que se consagró como la reina de la cumbia con el álbum "La movidita", tras firmar con el sello discográfico Leader Music. 

A lo largo de su trayectoria, Lía Crucet enfrentó diversos desafíos de salud. En 2012, fue diagnosticada con cáncer de útero, y en 2021, su salud se vio afectada por una neumonía y un accidente doméstico. A pesar de las dificultades, la cantante logró recuperarse y continuó su carrera musical. 

A los 72 años murió Lía Crucet, la reina indiscutida de la cumbia argentina

En los últimos meses, su salud se deterioró debido al cáncer que padecía. Su partida deja un vacío en la escena musical argentina, donde se la recordará por su talento, su carisma y su lucha incansable contra la enfermedad. 

Tres canciones de Lía Crucet

Las canciones emblemáticas de Lía Crucet que permiten apreciar su talento y el ritmo contagioso de su música:

"La movidita": Esta canción, que le dio nombre a su álbum más exitoso, se convirtió en un himno de la cumbia argentina. Su ritmo pegadizo y letras pícaras la hicieron una de las canciones más populares de su repertorio.

"Yo no soy abusadora": Este tema, que fue su debut discográfico, es un clásico de la cumbia. Su letra, que habla sobre la independencia de la mujer, resonó con el público femenino de la época.

"No me llames": Esta canción, de ritmo más lento y melancólico, muestra otra faceta de Lía Crucet como cantante. Su letra, que habla sobre el dolor de una ruptura amorosa, conmovió a muchos fans.

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