Natalia Oreiro y el método "anti-tecnología" que aplica con su hijo: "No usa telefonito"
La cantante y actriz contó cómo es la crianza de Atahualpa, de 11 años.
Natalia Oreiro brindó una entrevista para la revista "Gente", en la que habló de su carrera profesional y también reveló secretos de su vida privada y de la crianza de Atahualpa, el hijo de 11 años que tiene con el músico Ricardo Mollo.
Allí, la cantante, actriz y conductora uruguaya dio detalles del método "anti-tecnología" que aplica con el pequeño. "En realidad es un poco contarle desde chico... Nosotros no sabíamos, como la mayoría de los padres, pero la vida te va llevando a informarte", comenzó diciendo.
Y explicó: "Todos los pibes tienen tablet, celular, están pegados a la tele, es la época. Y cuando empezás a investigar, a escuchar, a leer y te ayudan a entender lo que significan para ellos las pantallas, te das cuenta de que lo mejor es tratar de que las eviten cuanto antes, así van a encontrarse con la posibilidad de disfrutar otras cosas. Lógico, ven la luz de la pantalla y se quedan pegados, activos, con las pupilas dilatadas. ¿Y qué hacen luego con tanta información, con semejante dosis de adrenalina que reciben? Bueno, cuando todo eso no está, aparecen otras cosas relacionadas a lo manual, con el espacio natural, con juegos y con lecturas".
A la vez, recordó que hubo una época en la que ella no usaba el celular y la comparó con la actualidad. "Yo tuve celular a los 30 años, ahora soy adicta a él, y lo detesto. El otro día Ata me mandó: 'Mamá, te estoy viendo...'".
En cuanto a la educación de su hijo, siguió: "Cuidado, él va al cine, mira documentales, pero no tiene PlayStation ni usa telefonito. Y no le pesa. Va a suceder en algún momento, pero todavía creemos que como niño puede disfrutar de otras cosas. Si le damos las pantallas, se va a aburrir cuando le propongamos hacer carpintería, origami, andar a caballo".
"No hay una forma de educar: todos los padres quieren lo mejor para sus hijos. A nosotros nos hace bien como familia la forma que elegimos. No digo que esté mal lo otro. Sólo que -y se ha comprobado- cuando los chicos se relacionan mucho con la tecnología es difícil poder abrirles opciones. Ya van a tener tiempo, porque hoy un adulto no se puede mover sin ella, soy consciente de eso. Pero mientras podamos evitarla con nuestro hijo, sentimos que puede transitar una infancia más simple", concluyó la artista.