Intensamente 2, la pélicula de la ansiedad como protagonista
La nueva película de Disney y Pixar no defrauda y propone una aventura que nos obliga a sumergirnos en el manejo de las emociones y los valores de vida.
Una de las películas que la rompió durante este fin de semana largo fue Intensamente 2, producida por Pixar y Disney. La experiencia sobre esta película es buenísima porque plantea una situación realmente clave en la sociedad moderna como lo es la forma en la que las emociones se están apropiando, no solamente de nuestra cotidianidad de una manera, a veces poco sana, sino también a través de maneras tóxicas. Y aquí la gran protagonista es la ansiedad.
Intensamente fue estrenada en el año 2014 y la rompió. El largometraje proponía solamente 4 emociones principales: alegría, tristeza, furia y desagrado. En la segunda entrega se suman nuevas emociones y propone realmente una aventura totalmente nueva con 1 sala en la que había más padres que niños en el horario de un sábado a 11:30 de la noche. Porque esta película aborda por momentos la gran disyuntiva que tiene la sociedad moderna en relación a la ansiedad. Ansiedad es el personaje principal de esta nueva entrega, que convive en el nuevo tablero con aburrimiento, vergüenza y envidia.
De la misma manera que Intensamente nos proponía una enseñanza en relación a las emociones, en esta hay idea que tiene que ver justamente con los valores y el sistema de creencias. ¿Cuáles son los valores que hacen a una persona para ser como es? ¿Qué es lo que nos hace ser buenas personas? ¿cómo nos vinculamos a través de nuevos espacios y entablamos nuevas relaciones en la adolescencia. Bueno, realmente Intensamente 2 propone un viaje en ese sentido.
Partiendo de la base de que la ansiedad es un elemento que está presente en la sociedad Argentina de manera tan fuerte que cada vez se está ocupando cada vez más espacios de la vida cotidiana. ¡Somos una sociedad ansiosa! Los vaivenes económicos, las disyuntivas que tenemos a diario para hablar acerca de nuestros problemas hacen que sin duda esta película tenga elementos que son para analizar, no sólo para chicos, sino para toda la familia.
La película que en su Primera semana de estreno ya ha sido catalogada como una de las más taquilleras del año, ¡propone en esta oportunidad hacer un viaje a través de las nuevas emociones que tiene Riley, que llega a la pubertad y con ello una serie de transformaciones que obviamente van desde cambios de humor y nuevos miedos en relación a lo que ella vicenció en su infancia. Aquí también ocupan un rol preponderante la amistad, los amigos y esas personitas que son clave de esa etapa trascendental de nuestras vidas.
¡Y creo que esa es una de las enseñanzas más grandes que deja intensamente 2! Que al momento de 1 ataque de ansiedad, cuando las emociones son realmente trastocadas, que nublan todo, uno se desconecta. Porque lo que conecta inevitablemente sucede a través de la ansiedad. Se vuelve un círculo vicioso, y es representado de manera clara en la película: el ataque de ansiedad.
Muchas generaciones que eran muy pequeñas o adolescentes cuando se estrenó Intensamente 1 en 2014, en 2024, 10 años después, la realidad de muchas de las personas que fueron a ver esa película cambió por la llegada de la adolescencia, el ingreso a la facultad y porqué no la convivencia en soledad a partir de los 30 años, y que vieron la película en la época de universitarios.
Intensamente 2 también es una llamado de atención acerca de cuáles son los límites que nos ponemos; ¿Y cuando empezamos a conectar con lo que realmente sentimos? ¡Somos una sociedad ansiosa! ¿Como nos recuperamos de lo que somos y de lo que sentimos y volvemos a hacer nosotros fuera de la ansiedad?.
Ven Intensamente en una sala llena también habla de que muchas personas esperaban por esta película. En un contexto de fin de semana largo, es una instancia para despejar. Pero inevitablemente más de alguna persona que fue a verla, la ansiedad fue el personaje con el que más empatizó. Porque es justamente lo que nos atraviesa: una sociedad ansiosa esperando que suceda lo que sigue, sin mirar lo que tenemos en nuestras narices.